“En cuanto el niño nació, una estrella se
posó encima del portal y lo llenó de LUZ.
Los ángeles que estaban
durmiendo en el cielo, vieron la estrella, se despertaron y bajaron a ver qué
pasaba. En cuanto vieron que Jesús había nacido, fueron a avisar a todo el
mundo cantando bonitas canciones para decir que algo MUY ESPECIAL había
ocurrido.”
“Desde
Oriente, unos sabios vieron brillar una estrella. Confiaron y la siguieron.
Tras caminar muchos días por el desierto, vieron cómo la estrella se posaba en
un establo de animales. Se extrañaron, pero llegaron hasta el portal y
descubrieron que en él había nacido Jesús. Se arrodillaron ante Él y le
regalaron oro, incienso y mirra, como si fuera un rey. Y si que era un REY,
pero un poco distinto, ya que Jesús iba a ser DIOS hecho NIÑO.
Desde entonces, Belén dejó de ser un pueblo cualquiera. Por eso, cada
año, en casa y en el cole ponemos un Belén para recordar que a Dios le
encontramos en lo SENCILLO.”